Iglesia Bautista Central, Sao Paulo, Brasil
miércoles, octubre 25th, 2006Pastor: Jurandyr Salvador Amancio
Casa Verde, Sao Paulo
Brasil
Pastor: Jurandyr Salvador Amancio
Casa Verde, Sao Paulo
Brasil
En los cuatro evangelios podemos encontrar ocasiones que nos dan una idea de la rivalidad que existía entre los apóstoles de Jesús. En una ocasión la madre de Juan y Santiago le pide a Jesús que sus hijos se sentaran a la izquierda y derecha de Jesús en su reino (Mateo 20:20-24). En el libro de Marcos hay otra historia donde los discípulos estaban disputando entre sí quien era el mayor de ellos, (Marcos 9:33-37), pero en Juan 21:18-19, Jesús resucitado se aparece a sus discípulos y le revela a Pedro el tipo de muerte que tendría. Pedro al oír esto vuelve a ver a Juan, el discípulo amado de Jesús, y le dice a Jesús: Señor, ¿y qué de éste? Jesús le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? Sígueme tú. Juan 21:21-22. Esto no era exactamente lo que Pedro esperaba oír
que Juan no moriría hasta que Jesús viniera en su reino.
Interesantemente los otros tres evangelios hacen referencia de algunos que no gustaran la muerte hasta que Jesús venga:
De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino.
Mateo 16:28
También les dijo: De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que hayan visto el reino de Dios venido con poder.
Marcos 9:1
Pero os digo en verdad, que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que vean el reino de Dios.
Lucas 2:27
¿Qué significa esto? ¿Será que Juan aun vive con nosotros 2000 años después? O ¿Será que el Señor ya vino porque todos los discípulos están muertos?
Por supuesto que no. Si usted lee cuidadosamente, los pasajes dicen que no morirán hasta que hayan visto o hasta que vean a Jesús viniendo en su reino con poder.
La Biblia dice que el aposto Juan en realidad fue testigo de la segunda venida de Jesús:
Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea. Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo. Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS. Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos. De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso. Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.»
Apocalipsis 19:11-16