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2 | Espérame un poco, y te enseñaré; porque todavía hablo por Dios. |
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3 | Tomaré mi sabiduría de lejos, y daré la justicia a mi hacedor. |
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4 | Porque de cierto no son mentira mis palabras; antes se trata contigo con perfecta sabiduría. |
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5 | He aquí que Dios es grande, y no aborrece; fuerte es en virtud de corazón. |
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6 | No dará vida al impío, antes a los humildes dará su derecho. |
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7 | No quitará sus ojos del justo; antes bien con los reyes los pondrá en silla para siempre, y serán ensalzados. |
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8 | Y si estuvieren presos en grillos, y cautivos en las cuerdas de la bajeza, |
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9 | El les anunciará la obra de ellos, y que sus rebeliones prevalecieron. |
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10 | Y despierta el oído de ellos para castigo, y les dice que se conviertan de la iniquidad. |
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11 | Si oyeren, y le sirvieren, acabarán sus días en bien, y sus años en deleites. |
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12 | Mas si no oyeren, serán pasados a cuchillo, y perecerán sin sabiduría. |
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13 | Pero los hipócritas de corazón lo irritarán más, y no clamarán cuando él los atare. |
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14 | Fallecerá el alma de ellos en su juventud, y su vida entre los fornicarios. |
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15 | Al pobre librará de su pobreza, y en la aflicción despertará su oído. |
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16 | Asimismo te apartaría de la boca de la angustia a lugar espacioso, libre de todo apuro; y te asentará mesa llena de grosura. |
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17 | Mas tú has llenado el juicio del impío, contra la justicia y el juicio que lo sustentan todo. |
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18 | Por lo cual de temer es que no te quite con golpe, el cual no puedas apartar de ti con gran rescate. |
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19 | ¿Por ventura estimará él tus riquezas, ni del oro, ni de todas las fuerzas de la potencia? |
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20 | No anheles la noche, en la cual él corta los pueblos de su lugar. |
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21 | Guárdate, no mires a la iniquidad; teniéndola por mejor que la pobreza. |
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22 | He aquí que Dios es excelso con su potencia; ¿qué enseñador semejante a él? |
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23 | ¿Quién le ha prescrito su camino? ¿Y quién le dirá: Iniquidad has hecho? |
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24 | Acuérdate de engrandecer su obra, la cual contemplan los hombres. |
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25 | La cual vieron todos los hombres; y el hombre la ve de lejos. |
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26 | He aquí, Dios es grande, y nosotros no le conocemos; ni se puede rastrear el número de sus años. |
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27 | Porque él detiene las goteras de las aguas, cuando la lluvia se derrama de su vapor; |
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28 | cuando gotean de las nubes, gotean sobre los hombres en abundancia. |
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29 | ¿Si entenderá también los extendimientos de las nubes, y los bramidos de su tienda? |
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30 | He aquí que sobre él sobre extiende su luz, y cubrió las raíces del mar. |
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31 | Con ellas castiga a los pueblos, y da comida a la multitud. |
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32 | Con las nubes encubre la luz, y les manda que vayan contra ella. |
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33 | La una da nuevas de la otra; la una adquiere ira contra la que viene. |
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