Noviembre 22, 2024
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Día de Acción de Gracias

 
 

Josué Mora Peña

En la lectura bíblica de hoy tenemos la historia de diez leprosos que fueron sanados mientras iban al Templo a presentarse ante el sacerdote, según les dijo Cristo que hicieran (verso 14).  Mientras iban, los diez fueron sanados de su lepra pero sólo uno de ellos regresó a Cristo para darle las gracias, y éste era samaritano.  Probablemente los otros nueve fueron a ver a sus familiares y parientes a darles la buena nueva de su sanidad física.  Sin embargo, el samaritano no únicamente fue sano físicamente de su lepra sino también fue salvado, o perdonado de sus pecados (verso 19).

En la Epístola a los Efesios 5:20 leemos: "Dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo".  Creo que todo mundo, sin exagerar, sabemos dar gracias, tal vez consciente o inconscientemente.  En el restaurante siempre damos gracias a la persona que nos atiende; al que nos hace un favor, le damos gracias.  Y alguien a dicho que el dar gracias es una de las dos palabras mágicas que seguido usamos.  La otra es "por favor".   Sin embargo, el Apóstol San Pablo nos dice que damos "siempre gracias por todo al Dios y Padre" (v.20).  Parece que, sin exagerar, hay personas que no dan gracias a Dios por todo, especialmente cuando las cosas no salen bien, de acuerdo a nuestra manera de vivir.  Por el contrario, cuando los reveses de la vida nos acosan, le echamos la culpa a Dios.

De acuerdo con la mitología griega y romana, cuando el dios Zeus nació, una ninfa lo cuidó.  Ésta tenía una cabra de nombre Amaltea y de ella amamantaba al niño.  Cuando Zeus creció y estaba listo para irse a recorrer el mundo, no queriendo dejar a la ninfa desamparada, le sacó un cuerno a la cabra y le dijo a la ninfa: "Cada vez que tengas necesidad de algo, mete la mano en el cuerno y de ahí saldrá lo que necesites para subsistir".  De ahí proviene la historia del "Cuerno de la Abundancia".  Sin embargo Dios dice  que "Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación" (Santiago 1:17).

Andrés Carnegi, industrial y filántropo norteamericano legó su fortuna colosal ($365 millones) a caridades públicas y a un pariente dejó 1 millón de dólares.  Éste lo maldijo por haberle dejado sólo un millón. Rudyard Kipling, famoso escritor recibía 10 schillings por palabra que escribía. Unos estudiantes de la Universidad de Oxford (Inglaterra) le enviaron 10 schillings  a cambio de su mejor palabra.  Aquél contestó diciendo "gracias".  Esta era su mejor palabra. Un corazón agradecido está siempre contento y tiene una mente positiva.  Un corazón agradecido tiene un corazón humilde y sencillo; el mal agradecido revela un corazón orgulloso. Un corazón agradecido dice "tengo más de lo que merezco"; el mal agradecido dice "merezco más de lo que tengo". Un corazón agradecido está consciente de Dios; el mal agradecido está consciente de sí mismo y es egocéntrico.  Un corazón agradecido busca ayudar a otros; el mal agradecido busca que otros le ayuden.  Un corazón agradecido tiene un corazón lleno de amor;  el mal agradecido tiene un corazón vacío.  Un corazón agradecido se contenta con lo que tiene; el mal agradecido vive amargado y nunca está contento.  Un corazón agradecido revela un espíritu de agradecimiento; el mal agradecido vive murmurando y quejándose de todo.  Y por último, un corazón agradecido es contagioso.

Pollyanna era una niña huérfana que fue a vivir con una tía que no la quería.  Pero Pollyanna tenía un espíritu de agradecimiento, siempre sonriendo, viviendo agradecida con su tía y muy pronto se ganó el cariño de ella y del pueblo.  Esta niña cambió los corazones de todo el pueblo.  Introdujo un juego que se llama "El Juego Alegre" (The Glad Game) y muy pronto aun su tía terminó queriéndola.

Conclusión: Su padre murió cuando era todavía una niña.  Su doctor, debido a un terrible descuido, la dejó ciega a la edad de seis semanas.  El doctor nunca se perdonó a sí mismo.  Se mudó a otra ciudad.  Sin embargo, Frances Jane Crosby escribió: "Parece ser que fue la Providencia divina de Dios que yo permaneciera ciega el resto de mi vida, y por eso le doy gracias a Él.  No hubiera yo escrito miles de himnos si hubiese estado expuesta a todas las distracciones y hermosos objetos si tuviera mi vista".  Su primer poema, a la edad de ocho años refleja la perspectiva de su vida hasta que murió a los 95 años: "¡O qué niña tan feliz soy aunque no pueda ver!  He resuelto que siempre estaré contenta.  ¡Cuántas bendiciones disfruto que otros no tienen!  Así que, no voy a llorar ni a suspirar porque estoy ciega, no puedo hacerlo y lo haré". Algunos de sus himnos como "A Dios sea la gloria"; "En Jesucristo, mártir de paz"  "Alabad al gran rey"; "Con voz benigna";  "Tuyo soy, Jesús" para mencionar unos cuántos de los más de 8,000 himnos que escribió han sido una inspiración para muchas personas en todo el mundo.

¿Cómo demuestras tu agradecimiento a Dios por todas Sus bondades?  He aquí algunas ideas: Lee la Biblia todos los días.  Allí encontrarás el pan de vida y el agua de la vida que es Cristo Jesús.  Ora a Dios todos los días para darle gracias por la vida y la salud que tienes (aunque no sea la mejor).  Da gracias a Dios por tu salvación, por el perdón de tus pecados y si no tienes la experiencia de ser salvo, pídele a Él que te salve.  Cristo es el Único camino al cielo.  San Juan 14:6 dice: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida, nadie viene al Padre (Dios) sino por mí (Cristo).

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Pasaje

Lucas 17:11-19

11 Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea.

12 Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos

13 y alzaron la voz, diciendo: !!Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros!

14 Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados.

15 Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz,

16 y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano.

17 Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están?

18 ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero?

19 Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.

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