La Entrada Triunfal de Cristo en Jerusalén

La entrada triunfal de Cristo se encuentra también en Marcos 11:1-10, Lucas 19:29-38 y Juan 12:12-19. Fue el domingo antes de Su muerte en la Cruz. Él era el Mesías prometido en el Antiguo Testamento.  Por tres años predicó e hizo milagros.  Él bien sabía que los líderes religiosos lo entregarían a la muerte, y Él estaba listo.  Entró en la Ciudad de David como el Rey triunfante, como solían entrar los reyes.  La gente "daban voces diciendo '¡Hosanna!  ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!  ¡Bendito el reino de nuestro Padre David que viene!  ¡Hosanna en las alturas!' " (Marcos 11:9b-10).  Hosanna quiere decir "Salve". Estas palabras son del Salmo 118, especialmente los versos 24 al 26.

Cristo entró cabalgando sobre un pollino.  Ya estaba predestinado en Zacarías 9:9 que dice "Alégrate mucho, hija de Sion, da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey viene vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hija de asna".  El asno era símbolo de humildad, de paz y de lealtad Davídica.  Nunca antes nadie se había montado sobre ese pollino.  Estos animales se usaban para propósitos religiosos.  Por lo general, la madre asna seguía al burrito.  La multitud tendía ramas de los árboles en el camino, acto de homenaje real.  Sólo el Evangelio de San Juan menciona ramas de palmera (Juan 12:13).

¿Qué nos enseña la entrada de Cristo en Jerusalén?  Nos habla de un Personaje, Cristo, el Hijo unigénito de Dios, que vino a dar su vida por nosotros para que nosotros viviésemos eternamente con Él en la gloria.  Cinco días después de Su entrada en la Ciudad Santa, Él estaría siendo crucificado muriendo por los pecados del mundo, para que "todo aquel que en él cree, no se pierda mas tenga vida eterna" (San Juan 3:16b).  Él es el único camino al cielo,  El dijo, "Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie viene al Padre (Dios) sino por mí" (Juan 14:6).  Es necesario pedirle perdón a Dios, aceptar a Cristo como nuestro Salvador.  Él perdonará nuestros pecados y nos dará la vida eterna.

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