Sadie Wheeles era una verdadera santa.
Mientras preparaba el mensaje para su funeral, empecé a hojear las paginas de su bien gastada Biblia y a leer las notas que ella había escrito al margen a través de los años.
Una nota en particular me llamo la atención. Decía: "Dios no nos ofrece un camino fácil a la Tierra Prometida, pero si nos brindara un camino seguro." En la vida y en la muerte, esa es la seguridad que tenemos. El Señor estará con nosotros y al final de cuentas nos llevará con seguridad a nuestro hogar. El salmista, por inspiración divina y por experiencia propia, hablo de la misericordia que el Señor nos da en el camino de la vida cuando escribió el Salmo 121.
Detrás de este Salmo existe una pregunta que todos nos hacemos tarde o temprano; "¿Dónde puedo encontrar ayuda en tiempo de necesidad?"
La vida nos presiona, las circunstancias nos arrollan, y a veces parece que es mas de lo que podemos soportar. Con desesperación queremos saber: "¿Hay ayuda en tiempote necesidad?"
El salmista contesta nuestra pregunta cuando escribe: "Alzare mis ojos a los montes; ¿De donde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová que hizo los cielos y la tierra."
Este salmo probablemente era un himno que los peregrinos cantaban mientras viajaban cada año a Jerusalén a adorar. La jornada era peligrosa, porque había ladrones que asaltaban a los peregrinos y los encontraban presa fácil. El Salmista presenta a Dios como un centinela que vela sobre su pueblo en una vigilia sin fin para protegerlos de todo mal.
Es una descripción bella de cómo el Señor vela sobre nosotros y nos ayuda en el peregrinaje de la vida. Describe a Dios nuestro ayudador, en tres maneras. El es el Dios de la creación, El Dios de la preservación y el Dios de la Salvación.
I. El Dios de la creación
Primero, nuestra ayuda viene del Dios de la creación. El salmista dice: "Mi socorro viene de Jehová que hizo los cielos y la tierra. (v.2)"
La Biblia principia con la afirmación: "En el principio creo Dios los cielos y la tierra" (Ge.1:1). La palabra hebrea que traducimos como Dios es la palabra Elohim. Es un nombre común de Dios que significa "aquel a quien todo le pertenece".
El todopoderoso Dios no solo creo todas las cosas, sino que también cargo a Su creación con su grandioso poder. Los astronautas en la nave Skylab II fotografiaron una explosión en el sol. Tales explosiones ocurren todo el tiempo. Calcularon que la energía producida por esa explosión era suficiente para suplir las necesidades eléctricas de cada hombre, mujer, niño y niña sobre la faz de la tierra por medio millón de años. ¡Eso es poder!.
Es Dios, quien tiene ese extraordinario poder, quien nos ayuda en tiempo de necesidad. Un poeta desconocido lo expreso de la siguiente manera:
Elevo mis ojos a los montes;
¿De donde vendrá mi ayuda?
De quien hizo los cielos y la tierra,
Solo de él viene mi ayuda.
Si Dios tuvo el poder para crear en el principio, definitivamente tiene el poder para recrear en el final. Si El formo al hombre del polvo de la tierra en el principio El puede levantarle del polvo en el final. El es el Dios a quien le pertenece todo el poder. El nos ayuda a través de la vida y a través de la muerte.
II. El Dios de la preservación
Segundo, El es el Dios de la preservación. El salmista declara, "No dará tu pie al resbaladero, ni se dormirá el que te guarda. He aquí no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel. Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha. El sol no te fatigara de día, ni la luna de noche" (vv. 3-6).
La palabra guarda o guardará se usa tres veces en este salmo. La palabra significa "Formar una cerca, guardar, proteger, ayudar." Piense en esto, el gran Dios que creo todas las cosas tiene un interés personal en usted y en mi. Como un centinela parado sobre las murallas de la vida velando por la seguridad, así Dios mantiene una vigilia constante sobre nosotros para ayudarnos en nuestros momentos de necesidad.
Pablo Reese relata la historia que le contara un amigo misionero que viajaba en el desafortunado barco Zam que fue hundido por los alemanes a principios de la segunda guerra mundial. Muchos de los pasajeros eran misioneros: los sobrevivientes fueron recogidos del mar por la tripulación del buque de guerra alemán. El ataque y hundimiento eran suficiente razón para que todos tuvieran los nervios a punto de reventar.
Los pasajeros fueron separados de acuerdo con su sexo. Los varones pasaron la primera noche en un lado del barco y las mujeres en el lado opuesto. El siguiente día por la mañana se les permitió subir a la cubierta y estar juntos. Los unos a los otros se hicieron las preguntas esperadas: "¿Estabas nervioso?" "¿Tenias miedo?" "¿Pudiste dormir?".
Alguien le pregunto a un misionero anciano como había pasado la noche. Y este contesto: "Al principio pensé que no iba a poder dormir. El piso estaba muy duro, y como ustedes saben, estaba muy preocupado y ansioso. Pero empecé a orar al Señor." Me hizo recordar lo que dice su palabra en el Salmo 121:
"Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra. No dará tu pie al resbaladero, ni se dormirá el que te guarda. He aquí no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel."
"Así que dije, 'Señor no tiene caso que los dos pasemos la noche despiertos. Si tu vas a hacer la guardia, te agradecería mucho que me ayudaras a dormir.' Y pude dormir."
Nosotros podemos vivir con la misma confianza. El Dios de la creación es también el Dios de la preservación y nuestra fuente de ayuda en tiempo de necesidad.
III. El Dios de la Salvación
Tercero, Es el Dios de la salvación. El salmista escribe "Jehová te guardará de todo mal; él guardará tu alma. Jehová guardará tu salida y tu entrad desde ahora y para siempre" (vv. 7-8).
La palabra hebrea que se usa cuatro veces para referirse a Dios en este salmo es la palabra Yahwe que traducimos Jehová. Jehová es el Dios de Israel que libra, salva y redime. Así que, el Dios de la creación y el Dios de preservación es también el Dios de nuestra salvación.
¿Cómo nos salva Dios? "No nos salva de los problemas."
Sino que nos salva en medio de los problemas. Dios entra en nuestras experiencias y nos ayuda y nos ayuda a través de ellas. Dios no salvo a Daniel del foso de los leones; lo salvo en el foso de los leones. Dios entro al foso de los leones con Daniel para impedirles que lo devoraran.
Dios no mando a David por una desviación alrededor del valle de sombra y de muerte; Dios se convirtió en el Pastor de David y camino con el por la senda del sufrimiento, la angustia y la muerte.
Esa es la manera mas común en que Dios obra en la vida de sus hijos. No nos aísla del problema. No nos saca; pero si nos ayuda a salir. Dios nos ama y entra con nosotros en estas experiencias para ayudarnos y sostenernos.
Además, su salvación no es solo temporal, sino eterna.
Como nos dice la escritura "El guardará tu alma... desde ahora y para siempre" Así que mientras la mayor parte de la gente viene al féretro abierto y a la tumba que acaban de cavar y solo ven un fin. ¡Nuestra ayuda viene de Jehová! El es el Dios de la creación, El es el Dios de la preservación. Eleve sus ojos a él y encontrará un amigo y ayudador en tiempo de necesidad.
Tomado del libro "La Muerte Su Ministerio a los Dolientes."
Autor: PAUL W. POWEL; Págs. 14-19.
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