Esaú CrespoIntroducción
En el mundo oriental se tenía la idea que una persona menor de 30 años no estaba capacitada para tomar decisiones de gran trascendencia. En Israel, por ejemplo, los hombres podían ejercer el sacerdocio hasta que tenían treinta años como ocurrió en el caso del profeta Ezequiel. (Ezequiel 1:1).
Timoteo comenzó su ministerio pastoral cuando aún era muy joven; no tenemos evidencia contundente para establecer su edad exacta, pero las referencias bíblicas acerca de su persona, nos hace ver que tendría entre 20 ó 30 años. De todas maneras, su mentor, el apóstol Pablo, le ordena que desarrolle un ministerio tan precioso que haga que nadie lo menosprecie, sino que, al contrario, la gente tenga respeto por él. La experiencia nos ha enseñado que en las iglesias locales la cantidad de años que una persona pueda tener no es garantía de que esa persona adulta será mejor que una persona joven. Este pastor que les escribe ha trabajado en el liderazgo de la iglesia local con personas jóvenes y que han desarrollado un glorioso ministerio.
La historia está llena de ejemplos de personas que en su juventud se ganaron el respeto de los demás. En el Siglo 18 y unos pocos años antes de la Revolución Francesa, la academia militar de París era una de las mejores de aquella época; los hijos de las familias más opulentas de Europa eran los que podían acceder a tan prestigiosa academia. Un día llegó a dicha academia un muchacho paliducho y flaco y, para más dificultad, procedía de una región fuera del continente europeo, de una inculta isla llamada Córcega. Los chicos miraban con desdén a aquel insignificante joven, pero unos años más tarde cuando el flacucho muchacho tenía tan sólo 28 años de edad, toda Europa estaba a sus pies. El muchacho paliducho era ni más ni menos que Napoleón Bonaparte. ¿Qué hizo la diferencia entre Napoleón y el resto de sus compañeros? La diferencia la hizo su disciplina para el estudio, su alto sentido de la responsabilidad y sus refinados dotes de líder.
El apóstol Pablo le dice a Timoteo que la gente lo respete si cumple con las siguientes demandas:
I. Sé ejemplo de los creyentes (v. 12)
La palabra para ejemplo es "tipos" que puede traducirse "modelo" o "patrón". Lo que Pablo está diciendo que Timoteo se convierta en modelo que los que le rodean puedan imitar y de esa manera, tener respeto para el pastor. Hay seis virtudes mencionadas en este pasaje y que Timoteo debe practicar para ser el ejemplo de la congregación. Son las siguientes:
- Palabra
La Palabra es el vehículo por el cual se expresa el alma. Por eso en los escritos del apóstol Juan al Señor Jesucristo se le dice: El Logos que puede traducirse Verbo o Palabra. El nos reveló las profundidades de Dios. Nadie puede saber nada acerca de Dios, sino a través de la Persona de Nuestro Señor Jesucristo. Pablo, pues, está diciendo a Timoteo que tiene que ser poderoso en el conocimiento de la Palabra de Dios, pero también puede ser posible que Pablo tenga en mente el vocabulario que hablamos. El gran filósofo Sócrates solía decir: "Habla para conocerte".
El Señor Jesús dice que de la abundancia del corazón habla la boca Mateo 12:34; Lucas 4:22; Efesios 5:4; Colosenses. 3:8.
Los creyentes, y sobre todo los líderes debemos tener un lenguaje limpio, florido y sabio de manera que nuestra conversación sea agradable al oído de nuestro prójimo.
Un reo que se escapó de la cárcel fue capturado porque descubrieron que caminaba la misma distancia de la celda donde estuvo encerrado. La conducta, de una manera inconsciente, refleja el tipo de formación que una persona recibe cuando se está en la niñez. De lo que aprendamos en nuestro caminar con Dios así será el tipo de conducta. La Biblia dice en el libro de Hechos 4:13 que los enemigos del Evangelio conocían que los rústicos galileos habían estado con Jesús porque en su conversación y conducta reflejaron el ejemplo del Señor.
- Amor
- Espíritu
Los motivos y las maneras en que hacemos nuestro servicio al Señor. No cuesta darse cuenta si una persona sirve por amor o por algún interés no cristiano.
- Fe
Fidelidad.
- Pureza
I Timoteo 5:2 nos hace entender que pureza aquí está relacionada con la sexualidad. Una de las áreas en el que el cristiano tiene que tener mucho cuidado es en el asunto de la sexualidad, sobre todo en nuestra civilización que amparada a la libertad de opinión, se desencadena en un libertinaje sin el más mínimo pudor. Esta situación afecta también la iglesia local donde el compañerismo tiene que ser con las personas de todas las edades; las adolescentes son personas fáciles de manipular y engañar y por eso Pablo pide a Timoteo que se relacione con las adolescentes, pero con toda pureza. Veamos la segunda ordenanza apostólica
II. Mantente ocupado en el servicio al Señor (v. 13)
- La lectura
El hombre de Dios debe estar ocupado en la lectura de la Biblia. Vivimos en una sociedad atiborrada de información, pero no hay mejor información que la que nos da la Biblia porque "el cielo y la tierra pasarán, pero la Palabra de Dios nunca pasará". La Palabra de Dios tiene muchos efectos saludables en la vida de la persona que ama el estudio de la Biblia. Veamos algunos efectos del estudio de la Biblia:
Limpieza espiritual (Juan 15:3). Vivimos en una sociedad inmunda, con un vocabulario obsceno, vulgar, donde se confunde la pornografía con el arte, donde los comerciales van cargados de erotismo. Cada día nos vemos obligados a ver y escucha, pero la Palabra de Dios nos limpieza espiritual para ser agradables delante de Dios y delante de nuestro semejantes.
Sabiduría. La Palabra de Dios nos enriquece de sabiduría. (Deuteronomio 4:5-8). En este pasaje Dios le dice al pueblo de Israel que debido al conocimiento de la Palabra, será un pueblo sabio, muy especial, más destacado que los pueblos vecinos.
Consolación. (Romanos 15:4). La lectura de la Escritura es el nexo d4el Espíritu Santo para traernos consuelo al corazón cuando estamos afligidos por las diferentes preocupaciones de la vida.
- La exhortación
Tiene que ver con la aplicación de las enseñanzas bíblicas en la solución de los problemas de la vida . no regaños baratos. Algunos personas tienen la idea que exhortar es regañar, avergonzar o humillar a las personas por los errores que comenten. Exhortar tiene que ver con hablar la verdad de Dios con amor; tiene que ver con el hecho de que yo oriento a mi hermano haciéndole ver que su conducta no esta de acuerdo con las demandas divinas.
- La enseñanza
La reproducción en el discipulado. Mateo 28:18,19; II Timoteo 2:2. Los pasajes anteriores nos hacer ver que un ministerio fundamental de la iglesia local y de cada creyente es el de discipular. Algunos mentores nos enseñan que discipular tiene que ver con la inversión de vida; es decir que mi discípulo que está aprendiendo de mí debe observar como yo aplico la Palabra de Dios a mi vida y en ese proceso debe llegar a una etapa en que represente dignamente al maestro y pueda seguir el proceso de reproducción, es decir, que pueda discipular a otros.
III. No descuides el don que hay en ti (vs. 14-16) II Timoteo 1:6
Cómo se aviva El don? El don se aviva:
Es importante no confundir los dones espirituales con los dones naturales. Los dones espirituales son habilidades especiales que el Señor da a los creyentes para el servicio al Señor; pero los dones naturales son aquellas habilidades inherentes a las personas como los que desde nacimiento traen lo que se llama "oído musical"; es decir, la capacidad de aprender el arte musical con más facilidad que la generalidad de las personas.
Conclusión
El respeto se gana sirviendo al Señor en la iglesia local y en la comunidad en general de una manera íntegra. Nadie menospreciará al siervo de Dios si éste sirve bajo la dirección de la Palabra y del Espíritu Santo.
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