Esaú CrespoUn estudio sobre el Libro de Ester
Suerte: ¿Qué es la suerte? Es un factor impredecible en la vida del hombre. Hemos inventado la palabra suerte para llamar a aquellas situaciones de la vida que están fuera de nuestro control. En la antigüedad entre los romanos y griegos la buena suerte se le atribuía a una divinidad llamada TICHE.
- En la Biblia se usó el recurso de echar suertes para evitar la murmuración en contra de los siervos de Dios.
- La tierra de Canaán se repartió por suerte. Se hizo así para evitar las murmuraciones contra Josué si éste repartía las mejores tierras a ciertas tribus.
- El servicio en el sacerdocio se repartía por suertes. Así lo leemos en el libro de Lucas donde se nos informa en el cap. 1 que la suerte de ofrecer el incienso calló sobre el sacerdote Zacarías que llegó a ser el padre de Juan el Bautista.
- En el libro de Ester el concepto Suerte, si se entiende bien, tiene un papel destacado.
- El libro de Ester nos presenta la terrible crisis que pasó el pueblo de Dios ante la amenaza de que toda la nación fuera aniquilada en las 127 provincias que conformaban el Imperio Medo Persa.
- Amán El Primer Ministro de la nación o Visir, como se le llamaba en ese tiempo, tenía un odio satánico, enfermiso contra el pueblo el Dios. El odio tuvo su origen en que el judío Mardoqueo no le rendía adoración como lo hacía el resto del pueblo. El rechazo de Mardoqueo se debía, posiblemente, al hecho de que en el Imperio Persa se tenía la mentalidad que los reyes o sus representantes eran manifestaciones de los dioses.
- Hermanos, la desobediencia se paga caro porque hubo un decreto del Rey Ciro en que se permitía que los Judíos regresaran a la tierra de Israel lo cual hicieron algunos que se unieron a Zorobabel, Esdras y Nehemías, pero, debido a la prosperidad que habían alcanzado en el Imperio, muchos se quedaron ignorando o indiferentes a la misericordia de Dios. Y esto les trajo terribles consecuencias.
- En el Libro no se menciona el nombre de Dios, pero la experiencia de los israelitas pone de manifiesto que en todos los detalles estaba presente el misericordioso Dios para proteger a su pueblo.
- Veamos, pues, la presencia de Dios activa para la salvación de su pueblo.
- El libro comienza en el capítulo 1 hablándonos de la grandeza del rey y su deseo de exhibir a su esposa, la reina Vasti, ante todos sus vasallos. La reina, que tenía en alta estima su dignidad de mujer, no se prestó al exhibicionismo del rey. El monarca muy humillado y disgustado pidió orientación a sus consejeros acerca de cómo había que tratar aquella humillación y éstos aconsejaron al rey que despidiera a Vasti y se eligiera de entre las vírgenes del Imperio a la nueva reina.
- El judío Mardoqueo tenía una hija de crianza que fue llevada al palacio del rey, era Ester.
I. Dios sustenta la suerte del creyente en el hecho de que Ester hallo gracia ante los ojos de Hegai el eunuco que cuidaba a las doncellas (2:9).
II. Dios sustenta la suerte del creyente en el hecho de que Ester hallo gracia ante los ojos del Rey. (2:15-18).
Por la desobediencia a la Palabra de Dios, Ester fue expuesta a una terrible humillación. ¿Qué habría pasado si el Rey no la elige? El rey habría abusado de ella y la habría mandado a engrosar las filas de las concubinas bajo el cuidado de los eunucos.
Estimado lector, la desobediencia contra Dios se paga demasiado caro. Es mejor obedecer la voluntad de Dios para vivir en paz y con esperanza en el Señor.
III. Dios sustenta la suerte del creyente en el hecho de que El hecho de que Mardoqueo conozca el plan de los Eunucos para asesinar al Rey (2:21).
Dios permitió que Mardoqueo se enterara de aquel complot porque ese servicio prestado al rey más tarde le serviría en la amenaza contra el pueblo de Dios.
A veces nos suceden cosas que nosotros no entendemos, pero por la fe debemos recibirlas como parte de la misericordia de Dios porque El está anticipando a las trampas de Satanás. La vida de los cristianos es como una tabla de ajedrez donde Satanás hace sus jugadas, pero siempre Dios se le anticipa porque el triunfo final le corresponde a nuestro gran Dios y Salvador, el Señor Jesucristo.
IV. Dios sustenta la suerte del creyente en el hecho de que el resultado del macabro sorteo del malvado Amán fue para bendición del pueblo creyente. (3:1-7).
Amán, que era un agorero, con la ayuda de otros agoreros dispuso tirar los dados para que de acuerdo a los números del resultado, así se llevara a cabo el exterminio contra Israel. Si la lectura de los dados hubiera sido un tres, a partir de aquel momento en tres meses se llevaría a cabo la matanza; pero el resultado fue doce, tiempo suficiente para poder contrarrestar la malvada amenaza de Amán. Observemos que ya con la fecha definida, Amán argumenta al rey acerca de la necesidad de exterminar a los judíos. Su argumentación se detalla así:
- Los judíos no guardan las leyes del Rey (3: 8a)
- Al Rey nada les beneficia el dejarlos vivir (3: 8b)
Estos fueron los mismos argumentos que la Rusia Zarista usó para perseguir a los judíos. Y estos fueron los mismos argumentos de la Alemania nazi para asesinar a seis millones de israelitas. La verdad es que siempre que los pueblos reciben a los descendientes de Abraham, la bendición de Dios se derrama sobre aquella nación, como Dios lo prometió a Abraham en Génesis cap.12
- El malvado Amán ofreció a la corona $25,000,000.00 si el Rey los exterminaba (v. 9).
- Al tirar los dados los agoreros sumaron 12
V. Dios sustenta la suerte del creyente en el hecho de que la reina hallara gracia delante del Rey que le extendió el cetro. (4:10 5:2).
VI. Dios sustenta la suerte del creyente en el hecho de que el rey tuviera insomnio. (6:1-10)
- Por el insomnio tuvo el deseo de leer las Crónicas.
- Vemos la presencia de la misericordia de Dios en el hecho de que el cronista leyera la parte donde se registraba el servicio de Mardoqueo a favor del rey.
VII. Dios sustenta la suerte del creyente en el hecho de que Amán se entonteciera al tomar la decisión de acostarse donde el Rey dormía con la Reina (7:8).
En la misma horca que Amán había preparado para Mardoqueo, allí lo colgaron a él y después a todos sus familiares.
Conclusión:
El libro de Ester confirma la promesa de Dios a su pueblo en Mateo 20 de que el Señor siempre estará con nosotros. Amén. Los creyentes ya no dependemos de la suerte, sino del sometimiento al Espíritu Santo (Romanos 8:14).
Visitas: 16847