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La Iglesia Cualificada Como Resultado Del Ministerio Del Discipulado
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Esaú CrespoIntroducción
Hemos hablado en el capítulo 1 del mensaje del Evangelio que es una enseñanza basada en la doctrina y la persona del Señor Jesucristo; en el capítulo 2 hemos enseñado acerca de la vida del mensajero porque el testimonio del predicador esta íntimamente ligado a la doctrina que predica dicho predicador. No es agradable delante de Dios predicar una enseñanza que no se está obedeciendo; pero ahora hablaremos de los resultados de la enseñanza de los ministros de la Palabra.
El apóstol Pablo le confió a Timoteo el ministerio de orientar a los hermanos para una vida correcta por la enseñanza del Evangelio.
Aprendemos que Timoteo fue un discipulador fiel puesto que la iglesia fue bendecida por su ministerio didáctico. Es admirable ver el resultado de una iglesia que ha pasado por la experiencia del discipulado de parte de sus mentores. Hemos visto a través de los años de ministerio cómo muchas personas toman la decisión de entregar sus vidas a Cristo, pero el porcentaje de estos nuevos creyentes que llegan a ser maduros como miembros de la iglesia local, es bien bajo y esto ocurre porque entre algunas otras causas, la principal es la falta de discipulado. El discipulado no es sólo el compartir información bíblica, sino enseñar al nuevo creyente a través de la interrelación cómo se debe vivir la vida cristiana; como enseñar a obedecer los santos mandamientos de nuestro Señor Jesucristo.
Pablo elogia tanto al discipulador así como a los discipulados. En el desarrollo de nuestra meditación veremos algunas enseñanzas relacionadas con el discipulado para tener una iglesia de calidad.
I. La calidad del discipulador (vs. 1,2).
- Servidor de Dios (2a). De Timoteo se pueden decir muchas cosas buenas por la información que tenemos en la Escritura, pero lo mejor que se puede afirmar de un creyente es que es siervo de Dios.
- Colaborador de sus mentores (2b). Pablo discipuló a Timoteo con la intención, entre otras cosas, que Timoteo discipulara a otros para que éstos continuaran el proceso del discipulado. Vea 2 Timoteo 2:2
- Maestro de los hermanos (2c).
- Timoteo era un siervo de Dios, fiel a pesar de sus limitaciones como persona. El era una persona sumamente tímida ¿Cómo lo sabemos? Porque en las dos cartas que Pablo le escribió encontramos estas frases que llevan como propósito animar a Timoteo a vencer esta dificultad.
- "nadie te menosprecie" 2 Timoteo 2:15
- "ninguno tenga en poco tu juventud" I Timoteo 4:14
- "no te avergüences" 2 Timoteo 1:8
- "aviva el fuego del don de Dios" 2 Timoteo 1:6
- Observe I Corintios 16:10,11 "Y si llega Timoteo mirad que esté con vosotros con tranquilidad, porque él hace la obra del Señor como yo, por tanto nadie te tenga en poco..."
II. La calidad de la iglesia discipulada (vs. 3 13).
III Juan 1:4: "No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad"
II Juan 1:4 "Mucho me regocijé porque he hallado a algunos de tus hijos andando en la verdad, conforme al mandamiento que recibimos del Padre".
Conclusión:
Hemos hablado de la iglesia cualificada, es decir de la iglesia de calidad. Siempre estamos preocupados por el crecimiento numérico de la congregación, y eso es bueno, pero no logramos gran cosa si no está presente la calidad. La Biblia le da importancia a la cantidad: en el libro de Hechos vemos cómo el escritor constantemente está informando de las cantidades de personas que entregaban sus vidas al Señor; pero también, ese mismo libro se encarga de informarnos acerca de la calida de vida cristiana que tenían aquellos hermanos a quienes les llamamos "la iglesia primitiva". Pidamos al Señor a que tengamos iglesias grandes en número, pero iglesia de calidad. Visitas: 16613
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I Tesalonicenses 3:113 1 Por lo cual, no pudiendo soportarlo más, acordamos quedarnos solos en Atenas,
2 y enviamos a Timoteo nuestro hermano, servidor de Dios y colaborador nuestro en el evangelio de Cristo, para confirmaros y exhortaros respecto a vuestra fe,
3 a fin de que nadie se inquiete por estas tribulaciones; porque vosotros mismos sabéis que para esto estamos puestos.
4 Porque también estando con vosotros, os predecíamos que íbamos a pasar tribulaciones, como ha acontecido y sabéis.
5 Por lo cual también yo, no pudiendo soportar más, envié para informarme de vuestra fe, no sea que os hubiese tentado el tentador, y que nuestro trabajo resultase en vano.
6 Pero cuando Timoteo volvió de vosotros a nosotros, y nos dio buenas noticias de vuestra fe y amor, y que siempre nos recordáis con cariño, deseando vernos, como también nosotros a vosotros,
7 por ello, hermanos, en medio de toda nuestra necesidad y aflicción fuimos consolados de vosotros por medio de vuestra fe;
8 porque ahora vivimos, si vosotros estáis firmes en el Señor.
9 Por lo cual, ¿qué acción de gracias podremos dar a Dios por vosotros, por todo el gozo con que nos gozamos a causa de vosotros delante de nuestro Dios,
10 orando de noche y de día con gran insistencia, para que veamos vuestro rostro, y completemos lo que falte a vuestra fe?
11 Mas el mismo Dios y Padre nuestro, y nuestro Señor Jesucristo, dirija nuestro camino a vosotros.
12 Y el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros y para con todos, como también lo hacemos nosotros para con vosotros,
13 para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos.
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