Privilegios Y Responsabilidades Del Cristiano

Cada privilegio conlleva una responsabilidad. No podemos tener una sin la otra. Si quiero gozar del privilegio de un auto, necesito mantenerlo en buenas condiciones; si quiero casarme, debo cumplir con los deberes matrimoniales; si quiero trabajar, he de ser responsable y cumplir con lo que se me asigne. Así que, como ven, si queremos disfrutar del privilegio, debemos aceptar la responsabilidad. Sin embargo, dentro del mundo cristiano llamado comúnmente evangélico, algunos tienen el concepto de que una vez que uno es salvo, eso es todo, ya no hay nada que hacer. Me recuerda al joven creyente que le pedía a Dios de todo corazón que le ayudara a conseguir un buen empleo, pero el nunca salía a buscarlo. Pensaba que estando en su casa, con los brazos cruzados alguna empresa o compañía le llamaría por teléfono para ofrecerle el trabajo ideal. Esto no es así, juntamente con el privilegio viene un sin fin de responsabilidades.

¡Que interesante seria que una vez que una persona fuera salva, Dios se la llevara al cielo inmediatamente! Así ya no habría problemas de tentaciones, no tendríamos que orar ni leer ni estudiar la Biblia, no asistiríamos a ninguna iglesia, no ofrendaríamos y mucho menos pagaríamos los diezmos a Dios, lo cual es un problema para mucho pueblo evangélico. Son cristianos pero no aceptan la responsabilidad de sostener la obra de Dios. Pero si Dios nos llevara al cielo una vez que nos salvase, tampoco habría crecimiento espiritual, madurez, el disfrutar y gozar la vida cristiana, entere muchas otras cosas. Por eso Dios nos tiene aquí. El espera que juntamente con el privilegio de ser salvos, aceptemos nuestras responsabilidades como hijos e hijas que somos de El.

Veamos algunos de los privilegios y responsabilidades que disfruta la persona que ha nacido de nuevo, del Espíritu Santo:

• Uno de los primeros privilegios del cristiano es saber que es hijo de Dios. Todos somos criaturas de Dios porque El nos formo. Pero el pecado nos convirtió en hijos del diablo. Cristo le dijo a los fariseos que eran hijos del diablo porque las obras del diablo hacían. Al morir Cristo en el Calvario y aceptarle como nuestro Salvador y Señor, llegamos a ser hijos de Dios nuevamente. Dios nos hizo a su imagen y semejanza y en el corazón de toda persona hay un vacío que solo El puede llenar. Así que nuestra primera responsabilidad como sus hijos es adorarle, reverenciarle, rendirle pleitesía. A. W. Tozer dice, "La primera responsabilidad del cristiano hacia Dios es adorarle, reconocerle como lo que es: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo". Si el cristiano no adora a Dios de todo corazón y con sinceridad, terminará adorando a cualquier otro dios como el dinero, fama, buen nombre, etc. Así como aceptamos el privilegio de ser llamados hijos de Dios, aceptamos también la responsabilidad de adorarle, todos los días.

  Le adoramos cuando leemos la Biblia, cuando oramos a El, cuando le cantamos, ya sea en privado o en la iglesia. Le adoramos con nuestras ofrendas y pagando el diezmo en la iglesia donde asistimos. Le adoramos cuando meditamos en su Palabra.

   

• Pasaremos la eternidad con Cristo. Según la Biblia, todos viviremos eternamente, el asunto aquí es ¿dónde pasaremos la eternidad? La Palabra de Dios habla de solamente dos lugares donde la persona vivirá eternamente: El cielo o el infierno. Así que si gozamos de ese gran privilegio, nuestra responsabilidad consiste en vivir la vida cristiana, que nuestro comportamiento respalde nuestras palabras de que somos hijos de Dios. Si yo testifico que soy hijo de El y no le obedezco, no estoy aceptando mi responsabilidad. "Tus hechos hablan más fuerte que tus palabras" dice un dicho muy común.

• Su nombre está inscrito en el libro de la vida del Cordero. Apocalipsis 21:27 dice "No entrara…[en el cielo] ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero". Y en el mismo libro, capitulo 20:15 leemos: "Y el que no se hallo inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego". ¿Esta tu nombre escrito en ese libro? ¡Oh que gran privilegio gozas si contestaste Si! Pero esto también acarrea una responsabilidad inmensa.

  Nuestra responsabilidad hacia Dios es que El espera que crezcamos en el conocimiento de la Biblia, por eso es muy importante leerla, estudiarla, meditar en ella. Asistir a alguna iglesia donde se enseñe y se predique la Palabra de Dios, sin adulterarla, simplemente explicar lo que ella dice. La asistencia a una Escuela Dominical nos ayuda bastante para conocer mejor las profundidades bíblicas. En la Biblia encontramos pasajes oscuros, difíciles de entender, y se hace necesaria la explicación por una persona que ha estudiado la Biblia. Para el estudiante serio de las Sagradas Escrituras se necesita un buen diccionario bíblico, una concordancia y algunos libros de comentaristas y por supuesto, la Biblia. Ellos nos ayudara a entender mejor este libro divino. Últimamente se han publicado infinidad de Biblias de estudio. Estas contienen bastante información. Yo recomiendo que se estudie "La Nueva Versión Internacional". Además existen muchas más Biblias con notas. Recuerden esto: Mientras más lea la Biblia, más conocerá a Dios; mientras más le conozca, más le va a amar; mientras más le ame, más le va a servir.

   

• El gozar y disfrutar la vida cristiana. Todo cristiano debe vivir una vida en abundancia. Juan 10:10 dice, "…yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia". ¿Por qué es que hay tanto cristiano mediocre que nunca crece espiritualmente? Viven una vida sin orar, sin leer la Biblia, la asistencia a la iglesia es muy rara, Este es un privilegio que muchos no disfrutan. No debe haber cristianos derrotados. Pablo dice "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" (Filipenses 4:13). Para vivir esta clase de vida es necesario creer que todo es posible con la ayuda de Dios. Todo creyente debe vivir en un plano elevado, sirviendo a Dios con todo su corazón, gozándose en su Creador.

  Todo hijo de Dios debe disfrutar del gozo de su salvación. El precio que Cristo pago por nuestros pecados en la cruz del Calvario no es para ignorarse. Isaías describe el sufrimiento de Cristo de la siguiente manera: "Ciertamente llevó él nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados" Isaías 53:4-5.

  Muy impresionante es la película de Mel Gibson "The Passion of The Christ" (La Pasión de Cristo) en donde describe de una manera escalofriante el sufrimiento del Hijo de Dios. Y no solo fue su sufrimiento físico, sino moral ya que la crucifixión era para los criminales, los ladrones, lo peor de la sociedad. Y no olvidemos su sufrimiento espiritual. El grito de angustia que Cristo exclamo desde la cruz. "Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has desamparado?" no es para menos. Esta fue la única vez en su vida que le llamo a su Padre, "Dios". Dios mismo volteó su rostro de su unigénito Hijo, su Amado Hijo, Cristo Jesús y el Cordero de Dios fue inmolado y molido por tus pecados y los míos.

Entonces, ¿Cuál es nuestra responsabilidad en relación con este gran privilegio?: Servirle, involucrarse en las cosas de Dios, servir en la iglesia donde uno asiste. Los apóstoles que Cristo llamó, los preparó y los envió a servir. Cristo mismo dijo que El vino a servir, no a ser servido. En las campañas evangelisticas del Rev. Billy Gram., George Beverly Shea solía cantar, "mientras mas le sirvo [a Cristo], más le amo". Y debemos servirle porque El es nuestro Señor y Salvador. Tenemos el privilegio de que es nuestro Salvador; la responsabilidad esta en que El es también nuestro Señor, nuestro Amo.

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