Josué Mora PeñaEl apóstol San Pablo había sufrido naufragios, desvelos, recibido azotes en la cárcel, azotado con varas, en peligros de ladrones, peligros de su misma nación judía, peligros de muerte, en fin, en 2a Corintios 11:16 en adelante, menciona un sinnúmero de tragedias que le sucedieron y aún así, pudo decir: "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" Filipenses 4:13.
El título de este sermón, "Si Se Puede", es vago, indefinido, oscuro, ambiguo. Puede significar varias cosas para varias personas. Es uno de esos sermones que, en realidad la persona que lo escucha o lee, debe terminarlo. ¿Qué es lo que sí se puede? Bueno, depende del individuo, de lo que cree que se puede hacer y cualquier cosa que uno desee hacer, pero hay sus condiciones.
Esta frase es una de estímulo, de esperanza, especialmente cuando la situación de uno no se mira muy bien. De acuerdo a la Biblia es una realidad porque para Dios no hay nada imposible. Dios mismo le hizo una pregunta a Abraham, "¿Hay para Dios alguna cosa difícil?" (Génesis 18:14). ¡Naturalmente que no! Y se lo probó cuando su esposa Sara, de 90 años de edad, tuvo un hijo Isaac, el hijo que Dios les había prometido. En la vida se puede lograr lo que uno desee siempre y cuando contemos con la ayuda de Dios ya que El está en todas partes y tiene poder para hacer y deshacer.
El propósito de mi sermón es que llegue a ser un reto, un desafío para aquellos que han fracasado en su vida por una u otra razón. Después de la noche viene el día; después de la tormenta, viene la calma; después del fracaso, muy bien puede venir el triunfo, si tan sólo creemos que sí se puede. Esto no es únicamente para los que han fracasado en la vida, es para todos. Todos podemos mejorar nuestra vida, lograr las metas que nos hemos propuesto y hacer que nuestros sueños se hagan realidad.
Al leer la Biblia nos damos cuenta que se pueden lograr muchas cosas buenas en la vida. Leemos de hechos increíbles, difíciles de asimilar. Pero si creemos que la Biblia es la palabra de Dios entonces todo es posible con la ayuda de Dios.
Empecemos con Moisés, un personaje bíblico muy conocido por muchos. Dios lo preparó desde su infancia para llevar a cabo algo que, humanamente hablando, sería imposible. La nación de Egipto había hecho esclavos a los descendientes de Abrahán, Isaac y Jacob. Los dos primeros ya habían muerto pero este último fue uno de los que entró en la tierra de Gosén, en Egipto, con su familia. Fue José, el onceavo hijo de Jacob, quien salvó a toda la nación egipcia así como a su propia familia que todavía vivía en Canaán.
Moisés era una persona sencilla y humilde, pero Dios lo usó maravillosamente para liberar a los israelitas de la esclavitud. No sólo Dios uso a Moisés como el instrumento para tal rescate de su propio pueblo, si no que él mismo presenció los milagros y maravillas que Dios hizo por medio de él, como las diez plagas que Egipto experimentó, siendo la última la muerte del primogénito.
¿Y qué de la vara que Moisés uso? No era otra cosa más que el callado que usaban los pastores para guiar a sus ovejas pero Moisés la usó también para sacar aguas de una roca. Sí, si se puede remediar tu situación con la ayuda de Dios, no importa cual sea. Pero, ¿estamos dispuestos a pagar el precio? Con Dios, lo tenemos todo, sin El, no tenemos nada.
Cuando Moisés salió de Egipto con casi 3 millones de almas, se toparon con el Mar Rojo. Los egipcios los siguieron para matarlos pero Dios abrió las aguas del mar y aquellos pasaron en seco. Los perseguidores quisieron hacer lo mismo, cruzar el mar en seco, pero las aguas se volvieron a juntar y estos perecieron.
Josué experimento lo mismo. Después de 40 años de vagar por el desierto, llegaron a la tierra que Dios le había prometido a Abraham y su descendencia. Tenían que cruzar ahora el Río Jordán. Dios le ordenó a Josué que marcharan y "Cuando las plantas de los pies de los sacerdotes que llevan el arca de Jehová, Señor de toda la tierra, se asienten en las aguas del Jordán, las aguas del Jordán se dividirán; porque las aguas que vienen de arriba se detendrán en un montón" (Josué 3:13) Y en los versículos siguientes, hablan como los sacerdotes y todo el pueblo cruzaron en seco el río. ¿Se puede o no se puede? ¡Seguro que se puede! Tanto Moisés como Josué y todos los demás personajes bíblicos que Dios usó fueron tan humanos como los somos nosotros. Es necesario creer que todo se puede, por medio de Cristo que nos fortalece. El tiempo de los milagros no ha pasado. Si creemos que Dios puede obrar milagros, El lo hará, conforme a su voluntad. El sabe cuando y que clase de milagro necesitamos.
El milagro más grande que Dios lleva a cabo, es la salvación del alma, el perdón de los pecados. Nadie ni nada puede rescatar un alma de la condenación eterna sino solo Dios. Hay un himno, "Milagro de Su Amor", por Charles Weigle. El coro dice de la siguiente manera: "Un milagro Cristo completó, un milagro de su santo amor, Al cambiar mi corazón y por gracia dar perdón. ¡Oh! Que milagro fue: Milagro de su amor". Sí, si se puede si tan solo podemos creer.
En el Nuevo Testamento leemos de un centurión romano que vino a Cristo Jesús a pedirle que sanara a su siervo que estaba enfermo. Jesús le dijo que iría a su casa y lo sanaría. Pero el centurión dijo que no era necesario que fuera, sino que tan solo dijera la palabra y eso seria suficiente. Cristo le dijo, "Ve, y como creíste, te sea hecho" (Mateo 8:13). Y su siervo fue sano desde aquella hora. El secreto esta en creer, no únicamente con la mente sino también con el corazón. El centurión regreso a casa sabiendo que su criado ya había sido sanado. Eso es tener fe. Una fe que nos empuja a actuar, a hacer nuestra parte.
A través de la historia ha habido personajes que han logrado grandes acontecimientos solo por creer que si se puede y lo mismo se aplica a nuestras vidas. Hay que creer, creer, creer y porque podemos creer, debemos actuar según lo que creemos.
Por ejemplo, ¿Qué es lo que mas quisieras que Dios hiciera contigo? ¿Cuál es tu más urgente necesidad? ¿Cómo esta tu vida espiritual? ¿Qué de las relaciones con tu conyugue o con tus hijos, tus familiares, tus amistades? ¿Qué de tu trabajo o profesión? Todo problema en la vida tiene solución, si no, no seria problema.
Cuando se hace necesario, Dios manda a alguien a que nos ayude a remediar nuestra situación, cualquiera que esta sea. Moisés le dijo a Dios que el no podía sacar al pueblo de Israel de Egipto, así que Dios le mando a su hermano Aarón. Este hablaba por Moisés, ya que él tenía problema para hablar.
Para poder creer, hay que hacer lo que dice el libro de Romanos 10:17, "la fe viene por el oír, y el oír por la palabra de Dios". Es decir, para poder tener fe que todo se puede, hay que oír la palabra de Dios y esto lo hacemos al leer la Biblia, al escuchar o leer un sermón, cuando elevamos nuestro ruego a Dios, nuestra fe aumenta. Mientras mas conocemos de Dios, más creeremos en El. Mientras mas cerca estemos de El, mas le amaremos y experimentaremos sus bendiciones y sus milagros.
En 1857 vivió un tal Blondín, malabarista. Solía cruzar las Cataratas del Niagara por medio de un cable de dos pulgadas. Naturalmente, se amontonaba la gente para ver este espectacular acontecimiento. Un día, Blondín preguntó a la gente si creían que podía cruzarlo otra vez, pero ahora cargando el peso de un hombre sobre sus hombros. Todos dijeron que si podía. Se puso un costal de arena de 180 libras sobre sus hombros y cruzo las cataratas una vez más. Después pregunto si también creían que en realidad podía cruzar otra vez, pero ahora con una persona. Todos asintieron, pero cuando el pidió voluntarios no hubo nadie que lo hiciera. Llego el día asignado, con multitudes en ambos lados de las cataratas. Blondín le dijo a su patrón, "no veas hacia abajo, porque ambos caeremos al desfiladero. Tienes que pensar como yo, sentir como yo y solo así lograremos cruzar". Y así fue. Ambos lograron lo que todos creían que se podía hacer mentalmente pero no de todo corazón. Sí se puede, si se quiere.
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